Las personas que llevan unidas este tiempo juntos son aquellas que se encuentran en un momento de adaptación, es decir, que son seres realistas, sin las idealizaciones del comienzo.
Por lo que respecta a esta, las personas tienden a experimentar un aumento de su estrés, llegando incluso a tener dificultades para dormir. Pero, a su vez, es la etapa en la que más felices se encuentran los miembros de la pareja, pues, aunque la “hormona de la felicidad” disminuye, la parte del cerebro que la regula se desactiva, por lo que no somos conscientes de esa disminución.
Según Brown, en esta primera etapa, muchas personas muestran una disminución de la actividad en el córtex prefrontal, que es la parte del cerebro que tiene que ver con el juicio negativo de las personas.
Al reconocer estas etapas y trabajar juntos para superar los desafíos, las parejas pueden construir una relación saludable y duradera que les brinde felicidad y satisfacción a largo plazo.
Lo más frecuente es que este proceso se viva entre los forty eight y los 52 años, pero no todas las mujeres son iguales y esto no siempre depende única y exclusivamente de la edad biológica.
Si vas a establecer una relación a largo plazo es importante que sepas que ambos quieren lo mismo. O por lo menos que juntos encuentren un camino común.
Pueden surgir diferencias en la forma de resolver los conflictos y será necesaria la búsqueda de acuerdos y negociaciones.
La duración de cada etapa varía de una relación a otra y depende del contexto sociohistórico en el que se da el encuentro entre ambas personas. También hay otros factores que inciden de por medio, learn this here now los cuales pueden reducir, ampliar o trastocar las etapas de las relaciones de pareja.
Es un momento especialmente duro y en el que nos cuestionamos nuestros valores y los de los demás. Puede haber un resurgir por nuevos intereses, se puede buscar la manera de sentirse útiles, productivos, y tratamos de aportar cosas a la sociedad.
Es la fase en la que ambos dejan de mostrar sólo su lado amable para expresar su personalidad más genuine, con todo y sus defectos y malos ratos.
Por ello, nada tiene que ver con la realidad de las relaciones de pareja. Lo cierto es que las relaciones pasan por distintas fases, deben lidiar con la adversidad, no coinciden en todo y necesitan tener un espacio individual y privado ajeno a la otra persona.
En esta etapa se pone muy de manifiesto la colaboración en pareja para continuar el camino hacia lo que ambos se proponen.
Cuando los investigadores hicieron un seguimiento de los participantes, descubrieron que las parejas que habían permanecido juntas durante tres años o más eran las que presentaban una actividad más reducida en esta parte del cerebro.
Para prosperar durante esta fase, los dos tienen que aceptar el cambio como parte organic del viaje y trabajar en equipo por el bien de la relación.